El intenso incendio forestal envuelve la capital de Ecuador en smog.
"Tenía dos neveras, cocinas, tanques de combustible, camas, juegos de comedor, ¡lo que se pueda imaginar! Como pueden ver, ¡todo está yendo a parar a las llamas...! ¡Es un desastre!", expresó María Sarango, una residente que lamentablemente perdió su hogar y todas sus posesiones en el incendio de Quito.
Compartió su historia con CNN, parada ante las ruinas ennegrecidas de su hogar en una ladera. "No lo esperábamos. Mi mamá es mayor. Tiene 95 años. La policía tuvo que ayudarla a evacuar porque no puede caminar", compartió.
El presidente ecuatoriano Daniel Noboa pospuso su visita a la ONU en Nueva York, donde iba a dirigirse a la Asamblea General, el martes por la noche. Decidió regresar a casa para supervisar los esfuerzos del gobierno en respuesta al incendio.
Alrededor de 200 bomberos con 65 vehículos están luchando contra las llamas, ayudados por al menos 30 camiones cisterna, según el alcalde de Quito, Pabel Muñoz.
Las escuelas estuvieron cerradas el miércoles, agregó Muñoz, instando a los residentes a quedarse adentro para evitar problemas de salud debido a la mala calidad del aire.
"Me fui anoche a las 9 pm. Tuve que irme porque me estaba costando respirar y mis ojos estaban afectados. Entonces, me fui con mi esposo y tomamos una ruta alternativa, regresando esta mañana", compartió una residente de Quito llamada Margarita, quien también evacuó.
Las autoridades sospechan que el incendio fue provocado y lo están tratando como un incidente "criminal y terrorista", según el alcalde.
"Después de los incidentes que ocurrieron en diversas partes de la ciudad ayer, la policía ecuatoriana está llevando a cabo investigaciones para encontrar y capturar a los responsables de estos eventos. No descansaremos hasta identificar a las personas que pusieron en peligro la seguridad de los ciudadanos y dañaron la fauna y la vegetación de la ciudad", declaró la Policía Nacional el miércoles, instando al público a proporcionar información.
El incendio devastador ocurre en medio de la grave sequía de Ecuador, lo que ha llevado a las autoridades a implementar cortes de energía programados en ciertas áreas del país.
María Sarango expresó su preocupación por su madre de 95 años que vivía en las Américas, sintiendo alivio de que la policía la ayudó a evacuar durante la crisis. "Ojalá esto no hubiera pasado en ninguna parte del mundo", lamentó.
A pesar del incendio devastador en Quito, Ecuador, el presidente Noboa decidió posponer su visita a la Asamblea General de la ONU, demostrando su compromiso en abordar la situación en casa y en el escenario global.