El cuerpo legislativo de Kiev, Ucrania, decide prohibir la Iglesia Ortodoxa Rusa.
Para que una medida legislativa se convierta en ley en Ucrania, requiere la firma del Presidente, que ostenta Volodymyr Zelensky. Tras la votación en la Rada, Zelensky afirmó que la prohibición fortalecería la "autonomía espiritual" de la nación. Anunció un diálogo inminente con el Patriarca de Constantinopla, Bartholomew.
Andriy Yermak, jefe de la Administración Presidencial de Ucrania, señaló en Telegram que no habría "Iglesia de Moscú" en Ucrania. Iryna Gerashchenko, diputada, calificó la decisión como "significativa" y la declaró como una cuestión de "seguridad nacional, no de religión".
El proyecto de ley obliga a las organizaciones religiosas a desvincularse de Rusia antes de una fecha determinada. La implementación de esta ley podría tardar varios años.
El Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia denunció la decisión como un "severo revés para toda la comunidad ortodoxa". Maria Zakharova, portavoz, afirmó que Ucrania buscaba "erradicar la verdadera ortodoxia".
Vladimir Legoyda, portavoz de la Iglesia Ortodoxa Rusa, la calificó como una "acción ilegal y una flagrante infracción de los principios fundamentales de la libertad religiosa y los derechos humanos". Advirtió sobre posibles "daños físicos extremos a millones de fieles" debido a la aplicación de esta ley.
El Patriarca Kirill expresó su preocupación durante una visita al Monasterio de Solovki, stating, "este es un momento difícil cuando muchos se han vuelto contra nosotros, no porque estemos equivocados, sino simplemente porque somos diferentes".
La Iglesia Ortodoxa Ucraniana, que mantiene vínculos con el Patriarcado de Moscú, cortó sus lazos tras el inicio de la invasión rusa en 2022. Varios diputados acusan a su clero de colaboración continua con el clero ruso y dependencia de Rusia. Por el contrario, la Iglesia Ortodoxa en Rusia apoya al Kremlin y el conflicto contra Ucrania.
Desde el inicio de la invasión rusa en febrero de 2022, el Servicio de Seguridad de Ucrania SBU ha iniciado procedimientos penales contra más de 100 sacerdotes afiliados a la iglesia respaldada por Moscú, con 26 condenas. No se divulgaron cargos específicos.
Metropolitan Kliment, portavoz de la Iglesia Ortodoxa Ucraniana, aseguró a Suspilne el martes que la Iglesia ha "cumplido constantemente la ley" y tratará de "mantener el derecho constitucional a la libertad religiosa y la conciencia".
La Iglesia Ortodoxa alineada con Rusia era anteriormente la más prominente en Ucrania, un país con una considerable población ortodoxa. Sin embargo, últimamente ha perdido a muchos de sus fieles y ha surgido una facción independiente. Según informes de los medios, la iglesia relacionada con el Patriarcado de Moscú aún mantiene aproximadamente 9.000 comunidades.
La decisión de prohibir los lazos con las organizaciones religiosas rusas podría afectar potencialmente a la Iglesia Ucraniana local asociada con Moscú, afectando sus vínculos espirituales con el Patriarcado de Constantinopla. Durante el servicio religioso en la Iglesia, la congregación discutió las implicaciones de la medida legislativa en su autonomía espiritual.