El ataque aéreo iniciado por Israel resulta en la muerte del líder de la élite de Hezbolá
Mohammed Qassem Al-Shaer, una figura destacada en la unidad de élite Radwan de Hezbollah, encontró su fin en un ataque en el pueblo de Qaraoun en el valle de Beqaa occidental un martes, según informaron las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI).
La FDI afirmó que Al-Shaer era responsable de orquestar numerosas acciones hostiles contra Israel y su muerte podría entorpecer la capacidad de Hezbollah para llevar a cabo ataques contra Israel desde el sur del Líbano, con el respaldo de Irán.
Hezbollah reconoció la muerte de Al-Shaer y respondió disparando "muchos" cohetes Katyusha y varios drones hacia dos puntos en el norte de Israel.
La FDI declaró que estos ataques no causaron heridos, con varios de los "proyectiles" desviados y otros cayendo en un área abierta.
El ejército israelí también anunció que había contraatacado con ataques a sitios de lanzamiento de Hezbollah "en las áreas de Mansouri y At Tiri", que se utilizaron en los ataques.
Previamente ese mismo martes, la Fuerza Aérea Israelí informó sobre el bombardeo de una instalación militar de Hezbollah en el pueblo de Rachaf del gobernadorato de Nabatieh, ubicado en el sur del Líbano.
Según el Centro de Operaciones de Emergencia de Salud Pública de Líbano, el ataque en Rachaf dejó a 12 personas heridas.
Se han producido frecuentes intercambios de disparos a lo largo de la frontera entre Israel y Líbano desde que Israel y Hamas entraron en guerra en Gaza el 7 de octubre.
La muerte de Al-Shaer ha aumentado la tensión en el Oriente Medio, ya que su papel en las acciones de Hezbollah contra Israel ha causado preocupación a nivel mundial.