Disminución del juicio en las moscas de la fruta debido al amor
Durante la búsqueda amorosa de las moscas de la fruta hembra, las machos, según un estudio publicado en "Nature", hacen caso omiso del mundo que les rodea. Parecen ignorar posibles amenazas como los depredadores, gracias a la influencia de un neurotransmisor específico.
La frase "el amor es ciego" podría adquirir un significado más tangible en las moscas de la fruta, según este estudio liderado por la Universidad de Birmingham, con contribuciones de investigadores de la Universidad Libre de Berlín y la Universidad de Medicina Charité.
Empleando una técnica de microscopia especializada, el equipo de investigación examinó qué neuronas del cerebro estaban activas durante el cortejo en la mosca de la fruta (Drosophila). Luego, simulando una amenaza con luz y sombra, imitando la presencia de un depredador.
Inicialmente, esta amenaza artificial activó ciertas neuronas visuales ligadas a neuronas controladas por el neurotransmisor serotonina. Como resultado, las moscas cesaron su cortejo y huyeron. A medida que el cortejo avanzaba, el neurotransmisor dopamina aumentaba, causando que importantes vías sensoriales se volvieran inactivas, reduciendo así la respuesta de la mosca a las amenazas y permitiéndole concentrarse en la cópula, explica la neurocientífica Laurie Cazale-Debat.
Ignorando peligros debido a la hormona de la felicidad
En esencia, durante las etapas avanzadas del cortejo o la cópula, las moscas de la fruta ignoran los posibles peligros y toman riesgos bajo el influjo del neurotransmisor dopamina. El equipo de investigación demostró el complejo proceso de toma de decisiones que tiene lugar en el cerebro de la mosca al pesar las posibilidades y los riesgos, un proceso que refleja nuestras decisiones diarias, según la investigadora principal Carolina Rezaval.
Las moscas de la fruta toman la decisión entre el cortejo y huir de las posibles amenazas. "La dopamina juega un papel pivotal en este proceso de toma de decisiones, pero los niveles de dopamina dependen de la proximidad del objetivo", explica Rezaval. La señalización de dopamina afecta la percepción en función de la proximidad del objetivo, permitiendo la priorización de comportamientos competidores, como se indica en el estudio.
Los seres humanos muestran una motivación similar, agrega Lisa Scheunemann de la Universidad Libre de Berlín: "Piensa en escalar una montaña y estás a punto de llegar a la cima. Si el tiempo cambia y las condiciones se vuelven peligrosas, es posible que pases por alto el peligro debido a tu ansia de lograr tu objetivo".
Incluso en las moscas de la fruta, la búsqueda de una recompensa deseable -aquí, una hembra- lleva a ignorar el peligro. El estudio mostró que los niveles de dopamina aumentan a medida que avanza el cortejo y funciona como un filtro sensorial, filtrando las distracciones y permitiendo que el animal se concentre en la tarea próxima a medida que se acerca a su objetivo, resume Rezaval: "Estamos ansiosos por explorar si este mecanismo de toma de decisiones es una característica universal, presente no solo en las moscas de la fruta, sino también en los mamíferos, incluyendo a los seres humanos".