Descubren por primera vez un disco de formación planetaria alrededor de una estrella de otra galaxia
La estrella masiva, llamada HH 1177, y su disco giratorio fueron avistados en la Gran Nube de Magallanes, una galaxia enana vecina situada a unos 160.000 años luz de distancia. Este hallazgo sin precedentes podría ayudar a los científicos a comprender mejor la formación de estrellas y planetas.
Una estrella recién nacida crece al absorber materia de su entorno. El gas y el polvo se acumulan en un disco plano alrededor de la estrella, conocido como disco de acreción, como resultado de fuertes fuerzas gravitatorias. El disco giratorio transporta la materia hacia la estrella, que se hace cada vez más grande. Cuanto mayor es la masa de la estrella, más potente es su campo gravitatorio, que atrae más gas y polvo hacia el disco.
Una estrella colosal como HH 1177 vive deprisa y muere joven, se forma más rápidamente y sólo tiene una vida que es una fracción de la de una estrella como nuestro sol. Esta corta cronología hace que las primeras etapas de una estrella masiva sean difíciles de observar en nuestra galaxia, ya que tanto la estrella como su disco quedan ocultos a la vista por el material polvoriento a partir del cual se forma.
Pero el material a partir del cual se forman las estrellas en la Gran Nube de Magallanes es diferente del de la Vía Láctea.
HH 1177 se encuentra dentro de una guardería estelar, llamada N180, que tiene menos polvo y menor abundancia de metales. La estrella no está oculta por un capullo de gas y polvo, lo que proporciona una visión distante pero clara.
"Cuando vi por primera vez en los datos de ALMA indicios de una estructura giratoria, no podía creer que hubiéramos detectado el primer disco de acreción extragaláctico; fue un momento especial", afirma en un comunicado la Dra. Anna McLeod, autora principal del estudio y profesora asociada de Física en la Universidad de Durham (Reino Unido). "Sabemos que los discos son vitales para la formación de estrellas y planetas en nuestra galaxia, y aquí, por primera vez, estamos viendo pruebas directas de esto en otra galaxia".
Los astrónomos detectaron la estrella, cuya masa se estima en unas 15 veces la de nuestro Sol, utilizando el conjunto de telescopios ALMA (Atacama Large Millimeter/submillimeter Array) en Chile. Los resultados se publicaron el miércoles en la revista Nature.
Actividad dinámica de una estrella joven
Las observaciones de ALMA son la continuación de una detección anterior realizada con el Very Large Telescope del Observatorio Europeo Austral. El instrumento MUSE (Multi Unit Spectroscopic Explorer) del telescopio captó un chorro de material que se desprendía de la joven estrella. HH 1177 se encontraba en las profundidades de una nube de gas de la galaxia.
"Descubrimos un chorro lanzado desde esta joven estrella masiva, y su presencia es un indicio de la acreción en curso de un disco", afirmó McLeod.
Para discernir si existía un disco alrededor de la estrella, el equipo necesitaba medir la rapidez con la que el gas denso se movía alrededor de la estrella.
Cuando la materia es atraída hacia una estrella joven en evolución, no cae directamente sobre el objeto celeste. Más bien, el material se aplana y gira alrededor de la estrella, formando una estructura en forma de disco. El disco gira más rápido en su centro. La diferencia de velocidad puede ayudar a los astrónomos a determinar si se ha formado un disco alrededor de una estrella.
"La frecuencia de la luz cambia dependiendo de la velocidad a la que el gas que emite la luz se acerca o se aleja de nosotros", explica en un comunicado el coautor del estudio, el Dr. Jonathan Henshaw, investigador de la Universidad John Moores de Liverpool (Reino Unido). "Se trata precisamente del mismo fenómeno que se produce cuando el tono de la sirena de una ambulancia cambia al pasar junto a ti y la frecuencia del sonido pasa de más aguda a más grave".
Las observaciones de ALMA pudieron realizar mediciones detalladas del giro del disco.
Las estrellas jóvenes no son los únicos fenómenos celestes con discos de acreción. Los agujeros negros supermasivos también tienen discos delgados y calientes de materia girando a su alrededor de los que se alimentan.
"Estamos en una era de rápidos avances tecnológicos en lo que respecta a las instalaciones astronómicas", afirma McLeod. "Poder estudiar cómo se forman las estrellas a distancias tan increíbles y en una galaxia diferente es muy emocionante".
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Fuente: edition.cnn.com