Cuando el resfriado común se vuelve mortal
Es la tercera causa más frecuente de muerte entre los deportistas menores de 35 años: la miocarditis. El fin de semana, la muerte del joven futbolista Agyemang Diawusie fue estremecedora y puso trágicamente de relieve el grave riesgo para la salud de los jóvenes deportistas. ¿Por qué no se pueden prevenir estos casos?
Las imágenes del fin de semana en el estadio de fútbol de Ratisbona siguen impactando días después. Primero en silencio de luto, más tarde aplaudiendo, aficionados del SSV Jahn, compañeros de equipo y rivales presentaron sus últimos respetos a Agyemang Diawusie. El ex internacional juvenil falleció inesperadamente la semana pasada a la edad de 25 años. El motivo de su repentina muerte cardíaca: presumiblemente una inflamación del músculo cardíaco (miocarditis).
Esta insidiosa enfermedad, que afecta repetidamente a jóvenes deportistas, es "un problema y siempre un reto importante", afirma Hans-Georg Predel, Director del Instituto de Investigación Circulatoria y Medicina del Deporte de la Universidad Deportiva Alemana de Colonia. La miocarditis es la tercera causa más frecuente de muerte en atletas jóvenes menores de 35 años. "Suele estar causada por virus que entran en el organismo a través de las vías respiratorias y se transmiten al músculo cardiaco", explica Predel la causa: "Los músculos cardiacos reciben una gran cantidad de sangre para que el corazón pueda funcionar, y ahí es donde está el punto débil".
Uno de los enfermos más destacados es Alphonso Davies, a quien afortunadamente se le diagnosticó miocarditis en una fase temprana en enero de 2022, tras una infección por coronavirus. El defensa canadiense del Bayern de Múnich estuvo entonces de baja durante meses. El reposo estricto es la máxima prioridad en el tratamiento, tras el cual la enfermedad suele curarse sin daños consecuentes. Sin embargo, si la inflamación, a menudo asintomática, no se detecta, las consecuencias pueden ser dramáticas.
Esto es lo que le ocurrió al holandés Bas Dost. A finales de octubre, el ex jugador del Wolfsburgo, de 34 años, se desplomó sobre el césped durante un partido de la Eredivisie: los médicos lucharon por su vida en el estadio. Dost tuvo un golpe de suerte, fue reanimado sobre el terreno de juego y ahora se recupera tranquilamente de su miocarditis.
"El principal enemigo son las infecciones banales"
Pero, ¿por qué no se pueden prevenir casos dramáticos como el de Dost y probablemente el de Diawusie, a pesar de la estrecha atención médica que reciben los futbolistas profesionales? El problema son los diagnósticos, a veces extremadamente complejos; algunas inflamaciones son sencillamente casi imposibles de detectar.
"Realmente no se puede criticar a los departamentos médicos cuando ocurre algo así", afirma Predel; al contrario: "Según mi experiencia, la gente es ahora muy sensible a esto". Esto también se debe a que los deportistas de competición corren un riesgo especial. Porque allí donde la gente "se esfuerza al máximo y además viaja mucho", dice Predel, "puede ocurrir más a menudo que haya una miocarditis no reconocida".
En cuanto a la prevención, es crucial tomarse en serio incluso las enfermedades leves. "El principal enemigo son las infecciones banales" con síntomas leves, con las que los deportistas simplemente siguen entrenando. Un error, como advierte Predel. Aconseja a los atletas que "al menos no asuman cargas máximas, incluso con infecciones leves sin fiebre".
También es importante formar a las personas del entorno deportivo "para que sean capaces de prestar primeros auxilios profesionales en caso de emergencia", dice Predel, porque -como quedó dolorosamente claro hace poco en Ratisbona- "no existe la seguridad absoluta".
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Fuente: www.ntv.de