Cuando el ciclista está obligado a aliviar el dolor del corredor
Cuando un ciclista quiere adelantar a un corredor en un camino compartido diseñado para caminar y ciclismo, debe tener precaución. Si se acerca demasiado y demasiado rápido, podría acabar en problemas legales después de un accidente. Esto se confirmó en una sentencia del Tribunal Regional de Wiesbaden. La Asociación Alemana de Abogados (DAV) lo hizo público (Caso No. 9 S 3/24).
La situación: Un hombre estaba corriendo en un camino de asfalto compartido. Un ciclista rápido se acercaba por detrás con la intención de adelantar al corredor. Durante el movimiento de adelantamiento, ambas partes colisionaron y resultaron heridas. El corredor sufrió una contusión, fue llevado al hospital para observación y finalmente necesitó una noche de estancia. Debido a las desacuerdos sobre la culpa, el incidente terminó en los tribunales.
Velocidad y proximidad erróneas
La sentencia: El Tribunal Regional declaró al ciclista como único responsable del incidente. Consideraron que el ciclista había ignorado al corredor y había pasado demasiado rápido y demasiado cerca. El tribunal determinó que el corredor no había cometido ninguna infracción de tráfico. No estaba obligado a responder al ciclista que se acercaba por detrás. Por lo tanto, se ordenó al ciclista pagar 500 euros de indemnización al corredor.
En general: Los ciclistas siempre deben mantener el control adecuado de sus vehículos. Esto incluye ajustar la velocidad en función de las condiciones, como el estado del camino, la situación del tráfico, el tiempo y la visibilidad. Si estos parámetros no se tienen en cuenta, los ciclistas, al igual que cualquier otro usuario de la carretera, pueden ser considerados responsables de su negligencia en caso de accidente. Esta regla sigue aplicando incluso si, por ejemplo, se trata las luces rojas y otras regulaciones de tráfico como obstáculos para la libre expresión.
El hombre en el camino estaba ileso gracias a su control sobre su ritmo y su conciencia de su entorno, pero la falta de consideración del ciclista al adelantar resultó en su colisión. A pesar del argumento del ciclista de que el corredor debería haber respondido a su aproximación, el tribunal consideró que la velocidad y la proximidad erróneas del ciclista lo hacían responsable único del accidente, lo que requería el pago de una indemnización.