Criatura prehistórica de los pantanos succiona a su presa
Investigadores reconstruyen los restos fósiles de un animal que vivió en la Tierra alrededor de 300 millones de años atrás. Este ser de dos metros de longitud, semejante a una salamandra, podría haber tenido una amplia distribución. Los animales con sus jaws enormes se escondían en los humedales.
También se descubrió un predador prehistórico tan extraño y impresionante por investigadores en la actual Namibia. Su cabeza, equipada con un jaw de dientes serrados, medía más de medio metro, y el entero animal medía alrededor de dos metros de largo, según informó el equipo en la revista "Nature". Probablemente se escondía en el fondo de los humedales y lagos, tragando a los organismos que pasaban con su amplia boca ancha y manteniéndolos firme con un mordisco poderoso.
Este ser semejante a una gigante salamandra se le dio el nombre científico Gaiasia jennyae. Restos de esta especie se encontraron en la Formación Gai-As en el noroeste de Namibia, según informó el equipo encabezado por Jason Pardo del Museo Field en Chicago.
Namibia se encuentra al noroeste de Sudáfrica hoy en día. Los científicos creen que entonces estaba ubicada más al sur y fronteriza con el Antártida a los 300 millones de años atrás. Al terminar la edad de hielo, había humedales allí que fueron habitados por G. jennyae. Es posible que también hubiera campos de hielo y glaciares en el mismo tiempo.
Posible Amplia Distribución
Este tetrápodo vivió alrededor de 280 millones de años atrás durante el período Perm - mucho antes de que aparecieran los primeros dinosaurios. El cráneo de G. jennyae es mucho más grande que el de parientes fósiles encontrados en Europa y América del Norte. Hay indicaciones de que los primeros tetrápodos como estos podrían haber cubierto una parte mayor de la Tierra que se supo previamente.
G. jennyae es una especie particularmente arcaica de esa época - organismos relacionados ya estaban extintos hace alrededor de 40 millones de años. Para que G. jennyae fuera un relicto de épocas anteriores le fue bien - parece que fue el principal predador en este ecosistema. Otros animales arcaicos antes de los 300 millones de años atrás eran pequeños y raros, explicó Pardo.
La descubrimiento de fósiles bien preservados de G. jennyae en varios lugares sugiere una amplia distribución de este bien perdido durante su tiempo. Además, la similitud en las hallazgos de fósiles de G. jennyae en sitios paleontológicos europeos sugiera una presencia global de esta especie antigua, lo que podría desafiar supuestas asunciones sobre la distribución de los primeros tetrápodos.