Corea del Norte dice que ya no buscará la reunificación con Corea del Sur y lanzará nuevos satélites espía en 2024
Kim dijo que las relaciones intercoreanas se habían convertido en "una relación entre dos países hostiles y dos beligerantes en guerra", informó la agencia estatal de noticias KCNA.
"Es hora de que reconozcamos la realidad y aclaremos nuestra relación con el Sur", dijo Kim, añadiendo que si Washington y Seúl intentaran una confrontación militar con Pyongyang, su "disuasión bélica nuclear no dudará en tomar medidas serias".
"Creo que es un error que no debemos seguir cometiendo tratar con quienes nos declaran 'el enemigo principal' y sólo buscan oportunidades para 'el colapso de nuestro régimen' y 'la unificación por absorción' colaborando para la reconciliación y la unificación", añadió Kim.
Coreadel Norte y Corea del Sur están aisladas desde el final de la Guerra de Corea en 1953, que terminó con un armisticio. Las dos partes siguen técnicamente en guerra, pero ambos gobiernos llevan mucho tiempo persiguiendo el objetivo de reunificarse algún día.
Las relaciones han sufrido altibajos a lo largo de las décadas, pero las tensiones se han mantenido especialmente altas en los últimos años, después de que Kim Jong Un acelerara el programa de armamento nuclear del país, desafiando las sanciones internacionales.
La semana pasada, la KCNA informó de que Kim había dado instrucciones al ejército, la industria de municiones, las armas nucleares y los sectores de defensa civil del país para acelerar los preparativos bélicos en respuesta a los "movimientos de confrontación" de Estados Unidos.
En aquel momento, la KCNA calificó de "grave" la situación política y militar en la península coreana, afirmando que había llegado a un punto "extremo" por culpa de Washington.
Los últimos comentarios de Kim sobre la reunificación fueron significativos, según Hoo Chiew-Ping, investigador del East Asian International Relations CAUCUS (EAIR) y miembro del Asia Pacific Nuclear Advisory Panel (APNAP), quien afirmó que el líder norcoreano se ha ido alejando cada vez más de las "relaciones intercoreanas" en los últimos años.
"Esto marcará un hito crítico en la península coreana en el que extender la rama de olivo por parte de las futuras administraciones surcoreanas será rechazado con vehemencia por Corea del Norte", declaró Hoo a la CNN.
Pyongyang se mostró más partidario de fomentar las relaciones en su lugar con aliados actuales como "China y Rusia, y una selecta red de países de todo el mundo que seguirán posibilitando su proliferación y alcance financiero", añadió.
"Estados Unidos, Corea del Sur y Japón están excluidos por ahora del alcance estratégico de Kim".
Ja Ian Chong, profesor asociado de Ciencias Políticas y académico no residente en Carnegie China, dijo que el discurso de Kim "refleja la realidad de que la unificación no es una posibilidad a corto o incluso medio plazo (para las Coreas)".
"Dada esta situación, la cuestión es si la no unificación significa la continuación del statu quo o si Corea del Norte cree que necesita actuar para protegerse más activamente, o incluso adelantarse a lo que considera una posible agresión de Corea del Sur", añadió Chong.
"Lo primero es tolerable aunque Corea del Norte intente aumentar su capacidad defensiva, ya que mantiene el statu quo y es mejor que cierta creencia en la unificación armada. Si se da lo segundo, es probable que aumenten las fricciones e incluso las tensiones con Corea del Sur y el noreste de Asia", advirtió.
Satélites espía
Tras repetidos fracasos, Corea del Norte declaró en noviembre que había puesto en órbita su primer satélite espía.
Según los analistas, si la nave espacial funciona, podría mejorar significativamente las capacidades militares de Corea del Norte, entre otras cosas permitiéndole apuntar con mayor precisión a las fuerzas de sus oponentes.
Kim celebró la hazaña con los trabajadores de la base de lanzamiento, según imágenes difundidas por los medios estatales. Corea del Sur calificó el lanzamiento de "clara violación" de una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU que prohíbe a Corea del Norte utilizar tecnología de misiles balísticos.
El domingo, la KCNA dijo que Corea del Norte planea reforzar ese programa con otros tres satélites espía en el nuevo año.
"Sobre la base de la experiencia de lanzar y operar con éxito el primer satélite de reconocimiento en 2023, se declaró la tarea de lanzar tres satélites de reconocimiento adicionales en 2024 para promover vigorosamente el desarrollo de la ciencia y la tecnología espacial", decía el comunicado.
A lo largo de 2023, Pyongyang también lanzó una serie de pruebas de misiles balísticos intercontinentales, incluido un misil de largo alcance de combustible líquido llamado ICBM Hwasong-17 el 17 de diciembre, que según expertos en defensa y observadores regionales mostraba una "maduración" del programa de misiles norcoreano.
"Aunque en Corea del Norte, como en todos los países, fallan las pruebas de misiles, está claro que la fiabilidad general de los misiles norcoreanos es bastante respetable", declaró anteriormente a la CNN Jeffrey Lewis, profesor del Centro James Martin de Estudios sobre la No Proliferación del Instituto Middlebury de Estudios Internacionales.
Leif-Eric Easley, profesor de la Universidad Ewha de Seúl, afirma que las pruebas y la retórica de Corea del Norte pueden estar jugando a favor de Washington.
"La amenaza norcoreana está motivando una mayor cooperación trilateral entre Estados Unidos, Japón y Corea del Sur, incluido el intercambio en tiempo real de datos de seguimiento de misiles". Los funcionarios de Seúl sabían que este ensayo de misil balístico intercontinental se avecinaba y se habían coordinado con antelación con sus socios de Washington y Tokio", afirmó.
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Fuente: edition.cnn.com