Cómo mantener una visión de conjunto
Hoy en día, los que aparcan en las farolas tienen que limpiar el hielo y la nieve de las ventanillas de sus coches. Algunos conductores echan mano de su bolsa de trucos. Sin embargo, algunas ideas hacen más mal que bien.
Cualquiera que se vea sorprendido por parabrisas congelados y cubiertos de nieve tras una noche gélida suele buscar una solución rápida para liberarlos del hielo. Existen varios métodos para hacerlo. Sin embargo, algunos de ellos sólo son recomendables hasta cierto punto, y uno es definitivamente desaconsejable.
Prevención
Para empezar, lo mejor es evitar que se forme hielo en el parabrisas. Por ejemplo, pegar una lámina o un cartón debajo de los limpiaparabrisas por la noche reducirá considerablemente la formación de hielo en las ventanillas del vehículo. Existen incluso fundas especiales para el parabrisas, disponibles como accesorios, que son más fáciles de colocar con la ayuda de imanes, lazos de sujeción y aletas de sujeción en las puertas. Algunas cubiertas se extienden también por los retrovisores y las ventanillas laterales delanteras. Si a la mañana siguiente se descubren las zonas cubiertas, suelen estar libres de hielo.
Rascando
Sin embargo, si hay hielo en las ventanillas, el método clásico es retirarlo mecánicamente. Sin embargo, nunca debes abusar de los limpiaparabrisas para ello. La goma blanda de los limpiaparabrisas puede hacer poco daño al hielo, pero a cambio se dañan los labios de goma, lo que perjudica enormemente las propiedades de limpieza de las escobillas. En su lugar, es mejor utilizar un rascador de hielo diseñado para este fin. Estas piezas son baratas y se encuentran en la guantera o en la puerta lateral de todos los coches. Sin embargo, puede resultar difícil rascar todos los cristales del coche con los dedos húmedos tras unos segundos, sobre todo con las capas de hielo más gruesas.
A veces se ofrecen en el mercado rascadores de hielo térmicos como alternativa, pero por lo general no se calientan lo suficiente como para lograr un efecto rápido. Más prometedores son los rascadores a pilas, que utilizan un motor para hacer girar unas cuchillas de plástico que eliminan la capa de hielo rápidamente y sin esfuerzo. En general, sin embargo, quitar el hielo con un rascador no es una solución perfecta, porque si hay partículas de arena o polvo bajo la capa helada, éstas causarán pequeños arañazos en el cristal al rascarlo, lo que dificultará la visibilidad cuando el sol esté bajo en el cielo o en los faros de los coches que vienen en dirección contraria.
Líquidos
Es más suave quitar el hielo con la ayuda de líquidos. El agua caliente, que basta con verter sobre el parabrisas, promete ayudar rápidamente. Sin embargo, el cristal puede reaccionar muy sensiblemente a las grandes diferencias repentinas de temperatura. En el peor de los casos, la luna puede agrietarse o incluso reventar. Por lo tanto, el método del agua caliente es absolutamente inviable. Una alternativa más eficaz, sin embargo, es el líquido descongelante de parabrisas, que puede adquirirse por un precio razonable. Se presentan en pulverizadores de fácil aplicación, tras lo cual el hielo se descongela rápidamente y los residuos más resistentes se eliminan con mayor facilidad. Sin embargo, los descongelantes líquidos alcanzan rápidamente sus límites con capas de hielo más gruesas.
Calor
Otra alternativa es generar calor en el interior del vehículo. Sin embargo, debes abstenerte de calentar el motor con el coche parado. El código de circulación prohíbe el ruido innecesario y las emisiones de gases de escape evitables cuando se utilizan vehículos. Los usuarios de coches eléctricos tienen aquí una ventaja, ya que pueden calentar legalmente el interior con la tecnología de aire acondicionado de a bordo sin ruido del motor ni gases de escape antes de ponerse en marcha. Sin embargo, esto puede suponer una importante pérdida de autonomía, que debe tenerse en cuenta de antemano.
Una simple bolsa de agua caliente colocada en el salpicadero media hora antes de salir o durante la noche a temperaturas moderadamente bajo cero también puede despejar el parabrisas. El calor irradiado descongela el hielo o evita que se forme. Es incluso más fácil calentar los interiores con ventiladores calefactores cuando el vehículo está parado. Sin embargo, sólo deben utilizarse productos diseñados específicamente para esta aplicación. Los aerotermos de uso doméstico pueden provocar incendios en los coches.
Una solución especialmente buena y, por desgracia, también muy cara, es instalar un calefactor de estacionamiento. Dependiendo del modelo, los calefactores de estacionamiento se controlan mediante un temporizador en el vehículo o por mando a distancia por radio. Los nuevos modelos también pueden activarse en línea a través de un smartphone o la aplicación correspondiente. Siempre que el momento sea el adecuado, esta solución permite a los conductores entrar en un coche sin hielo y acogedor por la mañana. Sin embargo, la tecnología suele requerir una inversión de cuatro cifras.
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Fuente: www.ntv.de