Aproximadamente 57 millones de toneladas métricas de residuos plásticos se encuentran en el medio ambiente natural.
La contaminación por residuos plásticos generados por el ser humano es una preocupación a nivel mundial, con una estimación de 57 millones de toneladas que ingresan al medio ambiente anualmente. Este análisis, publicado en la revista "Nature", destaca que más de dos tercios de estos residuos provienen de países en desarrollo. Los investigadores de la Universidad de Leeds examinaron los residuos en más de 50,000 ciudades de todo el mundo, centrándose en los residuos que terminaron en el medio ambiente natural, como ríos y océanos, en lugar de los residuos almacenados en vertederos o quemados.
El estudio revela que las regiones con regulaciones de gestión de residuos inadequadas, como el sudeste de Asia y África subsahariana, contribuyen en gran medida a esta contaminación ambiental. La ciudad más afectada es Lagos, Nigeria, con una significativa presencia de residuos plásticos también en ciudades como Nueva Delhi, Luanda (Angola) y Karachi (Pakistán).
A nivel nacional, India lidera la lista con 10.2 millones de toneladas de residuos plásticos que ingresan al medio ambiente anualmente, seguida de cerca por Nigeria e Indonesia. A pesar de las críticas a su historial ambiental, China está mejorando su gestión de residuos y ocupa el cuarto lugar en esta lista.
La comunidad internacional llegó a un consenso en 2022 para desarrollar el primer tratado legalmente vinculante para abordar la contaminación plástica, incluyendo su impacto en los océanos. Las negociaciones para finalizar este tratado están programadas para tener lugar en noviembre de 2023 en Corea del Sur.
Microplásticos afectan a nivel global
Varios estudios de este año se han centrado en la prevalencia de microplásticos en agua potable y tejidos humanos, incluyendo órganos vitales como el corazón, el cerebro y los testículos. Aunque los investigadores aún no están claros sobre los posibles riesgos para la salud asociados con los microplásticos, Velis, uno de los autores del estudio, advierte que "los microplásticos principalmente liberados en el Sur Global" son una preocupación significativa. Estos microplásticos se pueden encontrar en diversos entornos, como el monte Everest, el trench de Mariana en el océano, los alimentos que consumimos y el aire que respiramos.
Críticos del estudio argumentan que se centra en la contaminación plástica en lugar de abordar la producción global de plástico y afirman que la industria de fabricación de plástico se ve indirectamente protegida de la responsabilidad. Theresa Karlsson, asesora de la organización ambiental IPEN, afirmó que el nivel de contaminación revelado por el estudio es alarmante y que los niveles actuales de producción de plástico no pueden ser gestionados de manera efectiva. También criticó el estudio por pasar por alto el comercio global de residuos plásticos, donde los países desarrollados a menudo transfieren sus residuos a países en desarrollo.
Los defensores de la industria plástica elogian la investigación, con Chris Jahn, director de ICCA (la asociación de la industria), señalando que los residuos no regulados y no recolectados son la principal fuente de contaminación plástica. En las negociaciones del tratado, la industria se opone firmemente a limitar la producción de plástico.
La alta concentración de microplásticos en el medio ambiente, especialmente en países en desarrollo, es una preocupación significativa, como destacó Velis. El estudio subraya que la gestión de residuos no regulada en regiones como el sudeste de Asia y África subsahariana contribuye a la liberación de microplásticos.
El comercio global de residuos plásticos, donde los países desarrollados a veces transfieren sus residuos a países en desarrollo, es un aspecto crítico que debe abordarse en el debate sobre la contaminación plástica.