Análisis ex-CIA Sue Mi Terry acusada por cargos de Secretamente laborar para Corea del Sur
Sue Mi Terry, que fue una miembro de la Junta de Seguridad Nacional de EE.UU., actuó por primera vez como agente extranjero en junio de 2013 al comenzar a reunirse con un manejador desconocido en "ocasiones múltiples", según acusa la denuncia, la cual fue desvinculada el martes pasado.
"A las órdenes de funcionarios gubernamentales de Corea del Sur, Terry abogó por posiciones de política exterior coreana, incluyendo en artículos publicados y apariciones en medios, reveló información no publicada del Gobierno de EE.UU. a agentes de inteligencia coreanos, y facilitó el acceso a funcionarios gubernamentales de EE.UU.", afirma la denuncia, usando las iniciales de la República de Corea, el nombre formal de Corea del Sur.
En cambio, funcionarios surcoreanos supuestamente ofrecieron a la analista superior alrededor de $37.000, afirmando que podían ocultar el origen de los fondos al depositarlos en una cuenta de regalo designada en el tanque de pensamientos donde trabajaba, según la denuncia.
Terry también supuestamente recibió bienes lujosos – incluyendo una bolsa Louis Vuitton de $3.450, una capa Dolce & Gabbana de $2.845 y cenas en restaurantes estrellas Michelin – y fue pagada para escribir artículos de opinión que abogaban por posiciones de política exterior coreana en medios estadounidenses y coreanos, según el expediente.
Iva Zorić, portavoz del Consejo de Relaciones Exteriores, el tanque de pensamientos que empleaba a Terry, dijo que la analista fue puesta en licencia administrativa inmediatamente después de enterarse de la denuncia.
"Tomamos estas acusaciones muy en serio", dijo Zorić a CNN.
La denuncia acusa a Terry de ser una fuente valiosa de información para el gobierno surcoreano.
En un caso específico, Terry había participado en una reunión sin nombre de política norteamericana con el Secretario de Estado Antony Blinken en junio de 2022. Al terminar la reunión, pasó a su manejador "notas detalladas a mano" que describían el contenido de la reunión cerrada, según la denuncia.
El Ministerio de Asuntos Exteriores y de Inteligencia Nacional de Corea del Sur no contestó inmediatamente las solicitudes de comentarios de CNN.
La ley estadounidense obliga a los ciudadanos estadounidenses a registrarse como agentes extranjeros si se dedican a ciertos comportamientos por o en nombre de un gobierno extranjero. La denuncia acusa a Terry de actuar como agente extranjero pero no se registró como requerido, lo que es un delito.
CNN está intentando localizar información de abogados de Terry, la cual no estaba disponible en los registros judiciales.
Terry, nacida en Seúl y ciudadana naturalizada estadounidense, comenzó a trabajar para el gobierno estadounidense en 2001. Sirvió como analista de perfil alto sobre temas asiáticos para la CIA antes de renunciar previamente en 2008 debido a un conflicto de intereses respecto a sus relaciones con el Servicio de Inteligencia Nacional de Corea del Sur, según una entrevista de la FBI en junio de 2023. Después sirvió como directora de Japón, Corea y Asuntos Oceánicos para la Junta de Seguridad Nacional bajo las administraciones de George W. Bush y Barack Obama.
En junio de 2013, cinco años después de dejar la CIA, Terry comenzó a operar como diplomático extranjero bajo las Naciones Unidas, informando a algunos de los funcionarios de más alto rango sirviendo Corea del Sur, fortaleciendo aún más lazos con ellos.
No desconocida para los medios, Terry ha sido destacada en varios medios, incluyendo apariciones en CNN. Ha escrito informes para medios estadounidenses y coreanos. Terry había previamente declarado bajo juramento ante el Congreso que no había actuado como agente extranjero mientras testificaba ante una audiencia del Congreso sobre la escalada nuclear de Corea del Norte.
Corea del Sur es un aliado clave de EE.UU. en el Pacífico, aunque la denuncia de Terry no es la primera vez que se ha supuesto colaboración para poner a prueba la amistad de los dos países. Documentos interinos del Pentágono fueron filtrados el año pasado que describían, con detalles sorprendentes, conversaciones privadas entre dos funcionarios nacionales de seguridad surcoreanos, a los que el EE.UU. supuestamente había interceptado.