Adoptar la positividad con más fervor, reducir las tácticas de demora: Estas estrategias resultan efectivas.
Agendar una visita al médico o lidiar con ese fastidioso papeleo de impuestos. Muchas personas tienden a posponer estas tareas. Aquí hay algunas sugerencias prácticas para combatir la procrastinación y cómo una mentalidad positiva puede ayudar.
Lo que puedes lograr hoy, también puedes posponerlo para mañana - o pasado mañana, o incluso la próxima semana. Las tareas desagradables suelen posponerse, incluso cuando podrían tener consecuencias negativas. En lugar de abordar las tareas importantes, a menudo nos encontramos absortos en tareas triviales. Un estudio reciente realizado por la Universidad de Tokio sugiere que la procrastinación no es solo una molesta costumbre, sino que podría estar relacionada con la perspectiva de la vida de una persona.
Los investigadores descubrieron que las personas que se preocupan por el futuro son más propensas a procrastinar. Por otro lado, los optimistas tienden a procrastinar menos, independientemente de su nivel de estrés o satisfacción con la vida. La coautora del estudio, Saya Kashiwakura, que ha lidiado con la procrastinación desde su infancia, ha visto de primera mano los beneficios de sus propios hallazgos de investigación. "Esta comprensión me ha ayudado a adoptar una actitud más positiva hacia el futuro, lo que ha llevado a un enfoque más proactivo y menos procrastinación", declaró en un comunicado de la universidad. Los siguientes consejos también pueden resultar útiles.
Examina tu propia procrastinación
¿Por qué estoy posponiendo esta tarea? Esta es una pregunta que debes hacerte. ¿Se ha convertido en una rutina? ¿La tarea en cuestión te está causando estrés o otra emoción negativa? Una vez que hayas reconocido que estás procrastinando por hábito, podrás trabajar en romperlo.
Manejo emocional y mindfulness
Si las tareas desencadenan emociones negativas como el estrés o la preocupación, las técnicas de manejo emocional pueden ayudar a superar la procrastinación. Las prácticas de mindfulness como las afirmaciones positivas o la meditación pueden ayudarte a abordar las tareas con una mentalidad más compuesta.
Divide los proyectos grandes en tareas más pequeñas
Algunas tareas pueden parecer tan grandes e intimidantes que las posponemos simplemente por su tamaño. Dividir un proyecto grande en partes más pequeñas lo hace parecer menos abrumador. Combinado con una agenda bien organizada, incluso una tarea exigente parece más manejable.
Comparte tus planes con familiares y amigos
Compartir tus planes y objetivos con los demás puede prevenir la procrastinación secreta. Creará expectativas y un poco de presión externa, lo que podría proporcionar el impulso que necesitas para iniciar proyectos. Idealmente, también recibirás apoyo y aliento adicional.
Recompénsate a ti mismo
Para mantenerte motivado, una recompensa puede ayudar. La enlaza con la tarea odiada que quieres posponer indefinidamente con algo agradable. Puede ser un trozo de pastel, un episodio de tu programa favorito o un baño relajante.
Un coach profesional podría ayudar a las personas a identificar y superar sus hábitos de procrastinación, utilizando estrategias efectivas del texto. Los beneficios de adoptar una mentalidad positiva van más allá de la academia y pueden incorporarse en un entorno profesional para aumentar la productividad.