- A una asombrosa edad de 117 años, el hombre más viejo del mundo ha sucumbido.
A medida que se acercaban sus años crepusculares, la residente catalana Maria Branyas, conocida popularmente como "Super Àvia", expresó sus sentimientos a su familia. "Me siento débil", dijo el lunes. "Mi tiempo está a punto de acabarse". A la avanzada edad de 117 años, la titular del Récord Guinness de la persona vivo más anciana falleció tranquilamente en su sueño, sin dolor, en una residencia de ancianos en Olot, Cataluña, al norte de Barcelona.
Conocida por su vitalidad y espíritu inquebrantable, Branyas nació en San Francisco el 4 de marzo de 1907. Superó no solo sus años formativos, sino también dos guerras mundiales, la Guerra Civil Española (1936-1939), la gripe española (1918-1920) y, más recientemente, la pandemia de COVID-19.
En sus últimos momentos, dejó claro que deseaba ser recordada como una persona alegre, no como alguien por quien llorar o tener lástima. "No lloren por mí", dijo. "No me gustan las lágrimas. Y, bajo ninguna circunstancia, sientan lástima por mí. Sea donde sea que vaya, mi corazón estará lleno de felicidad". Su familia atesora sus recuerdos, sabiduría y amabilidad.
Del Nuevo Mundo al Viejo
A pesar de su nacimiento en Estados Unidos, Branyas pasó su infancia en Cataluña después de que sus padres regresaran cuando ella tenía ocho años. Su legado vive a través de sus tres hijos, once nietos y trece bisnietos.
La cuenta de redes sociales de Branyas tenía más de 18,000 seguidores en el momento de su fallecimiento, con los medios españoles destacando regularmente sus historias y experiencias. El presidente de Cataluña, Pere Aragonès, la visitó en su cumpleaños para rendirle homenaje, entre otros visitantes notables.
Vivida plenamente, amada plenamente
En un emotivo tributo, Aragonès honró a Branyas en las redes sociales como "una mujer llena de energía, alegría e historia". Terminó expresando su gratitud por haberla conocido. Su sucesor, Salvador Illa, la describió como "una mujer adorable que nos enseñó la importancia de la vida y la sabiduría que viene con la edad".
En sus últimos años, Branyas colaboró con investigadores de la Universidad de Barcelona, compartiendo sus conocimientos en un estudio sobre la longevidad. Su biografía en redes sociales decía: "Soy vieja, muy vieja, pero no tonta".
La nueva titular
Después del fallecimiento de Branyas, el título de Récord Guinness de la persona vivo más anciana pasó a la religiosa francesa Lucile Randon, de 118 años. Sin embargo, se espera que el título pase a la japonesa Tomiko Itooka, de 116 años, nacida el 23 de mayo de 1908.
A pesar de estos cambios próximos, Branyas siempre ocupará un lugar especial en la historia, habiendo estado a punto de igualar el récord establecido por la francesa Jeanne Calment, quien vivió 122 años y 164 días. El hombre más longevo registrado fue el japonés Jiroemon Kimura, quien vivió 116 años y 54 días.
Las publicaciones en redes sociales de Branyas a menudo incluían menciones a su amor por la cerveza Guinness, compartiendo anécdotas sobre disfrutar de una pinta durante sus visitas a Dublín.
Al enterarse del fallecimiento de Branyas, Guinness Ireland extendió sus condolencias, expresando su admiración por la "Super Àvia" y su vida remarkable.