100 árboles de Navidad pueblan la Casa Blanca
La cursilería más poderosa del mundo se presenta como un mar de luces centelleantes: Joe y Jill Biden quieren hacernos olvidar la agitada situación mundial de este año y han transformado la Casa Blanca en un paisaje navideño de cuento de hadas.
Estas cifras darían un infarto al Grinch: alrededor de un mes antes de Nochebuena se desvelaron las decoraciones de este año en la Casa Blanca, y la Primera Dama, Jill Biden, no ha escatimado en cursilería. Sólo en la residencia oficial de la pareja presidencial estadounidense hay este año 98 árboles de Navidad, según informan la CBS y otros medios. Además, hay más de 142.000 luces y casi 34.000 adornos, como bastones de caramelo y caramelos de gran tamaño, así como un carruaje de renos en el vestíbulo.
Bajo el lema "Magia, Maravilla y Alegría", la Primera Dama, de 72 años, pretende sacar el niño interior de cada visitante: "Cada habitación expuesta está diseñada para capturar la alegría y la imaginación puras y sin filtros de nuestra infancia, para ver esta época del año a través de los maravillosos y brillantes ojos de un niño", se cita a la esposa del Presidente estadounidense Joe Biden. Se dice que innumerables diseñadores y decoradores de interiores han trabajado durante toda una semana para hacer realidad la visión navideña de Biden.
"Necesito estos puntos de luz"
Según Jill Biden, esto es más importante que nunca en los tiempos que corren, en los que "nuestros corazones se vuelven pesados ante un mundo convulso". "Es en estos tiempos en los que buscamos esperanza y curación cuando más necesitamos estos puntos de luz, cuando más nos necesitamos los unos a los otros", dijo. "Espero que en estos tiempos recuerdes, aunque solo sea por un momento, cómo veías el mundo cuando eras niño".
Se espera que unos 100.000 visitantes acudan a la Casa Blanca de Navidad durante las fiestas. Un año más, la pieza central llamará inmediatamente su atención en el Salón Azul. El Fraser Tanner, que creció hasta alcanzar este impresionante tamaño en el estado norteamericano de Carolina del Norte, mide más de cinco metros. Incluso hubo que desmontar la lámpara de araña para poder colocar el árbol.
Fuente: www.ntv.de