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En Nicaragua, las autoridades obligan a cerrar alrededor de 1.500 organizaciones religiosas y organismos civiles.

Las autoridades nicaragüenses han revocado las inscripciones de aproximadamente 1.500 organizaciones no gubernamentales, continuar una campaña prolongada de represión en este pequeño estado centroamericano.

El actual jefe de estado en Nicaragua es Daniel Ortega.
El actual jefe de estado en Nicaragua es Daniel Ortega.

En Nicaragua, las autoridades obligan a cerrar alrededor de 1.500 organizaciones religiosas y organismos civiles.

Varias grupos religiosos, que suman centenares, han sido objeto de escrutinio por no presentar sus informes financieros durante un período que va desde un año hasta tres décadas, según se indica en un aviso publicado el lunes en la publicación oficial "La Gaceta".

Algunas de estas organizaciones que cesaron sus operaciones tras este anuncio estaban enfocadas en el deporte, alojando equipos de baloncesto, tenis y fútbol. También había asociaciones de salud, derechos de la mujer, derechos LGBTQ, asociaciones legales y clubes de veteranos. Más de 400 de estos grupos estaban afiliados religiosa-mente, la mayoría de ellos cristianos.

CNN ha contactado al Vaticano y a la Comisión Pontificia para América Latina en busca de comentarios.

El mes pasado, Nicaragua revocó el estatus legal de Caritas de la Diócesis de Matagalpa debido a supuestos problemas administrativos, según informó Vatican News. La diócesis es liderada por el obispo Rolando Álvarez, un crítico vocal del gobierno que actualmente reside en el exilio después de ser condenado por cargos como conspiración y traición.

Las libertades civiles en Nicaragua han disminuido significativamente bajo el mandato autoritario de Daniel Ortega, quien obtuvo su quinto mandato en 2021.

En los últimos años, su administración ha detenido a numerosos candidatos presidenciales, periodistas y defensores de los derechos humanos bajo una ley de seguridad nacional ambigua. CNN en Español fue obligada a salir del aire en Nicaragua en 2022.

Las protestas generalizadas contra el régimen en 2018 fueron enfrentadas con fuerza severa, lo que resultó en centenares de muertos, miles de heridos y la detención arbitrar-ia de muchas personas, según Human Rights Watch. Decenas de miles de nicaragüenses han huido del país.

En junio, la Organización de las Naciones Unidas expresó su "preocupación seria" por la situación de los derechos humanos en Nicaragua. Al menos 35 individuos han sido arrestados desde marzo como parte de una "represión del espacio cívico", según Nada al-Nashif, la Subcomisionada General Adjunta de Derechos Humanos de la ONU.

El mundo ha estado observando los problemas de derechos humanos en las Américas, especialmente en Nicaragua. A pesar de ser el hogar de numerosas organizaciones religiosas, algunas de las cuales han sido objeto de escrutinio por mal manejo financiero, la situación en Nicaragua ha llamado la atención a nivel mundial.

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