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Así es como alcanzas tu paraíso privado.

Así es como alcanzas tu paraíso privado.

Soñar con tener tu propia isla no es tan descabellado como podría pensarse. Pero antes de lanzarte de cabeza a esta empresa, hay algunos aspectos que los posibles compradores deben tener en cuenta.

Imagina esto: playas de arena blanca inmaculada, aguas cristalinas, libres de molestos turistas o simplemente una acogedora morada en medio de la naturaleza virgen. Este refugio insular es el lugar de vacaciones soñado para muchos alemanes. ¿Y por qué no hacerlo tu propio paraíso personal? Lo que muchos no saben es que adquirir una isla no tiene por qué quedarse en un sueño. No necesariamente necesitas ser una celebridad o tener la cuenta bancaria de un millonario, aunque, por supuesto, no würde schaden.

A la hora de comprar una isla, hay algunos factores clave que debes tener en cuenta.

El empresario de Berlín Karsten Kossatz había soñado durante mucho tiempo con tener su propia isla, pero nunca pensó que la compra estaba a su alcance. "Pensé que podría permitirme una isla cuando sea viejo y rico", dijo Kossatz, fundador de No Venture Studio, a "Capital". Little did he know that there were affordable options available in Northern Europe. "There are many islands that cost as much as a Berlin apartment", admitted Kossatz. "Then you have to make a decision".

El proceso de adquisición, según Kossatz, fue similar al de comprar una casa o un apartamento. Contrató los servicios de un bróker de islas, Farhad Vladi de Hamburgo, que se encarga de propiedades en todo el mundo y en todos los rangos de precios. En la actualidad, por ejemplo, una isla de 9 hectáreas en la costa de Nueva Escocia, Canadá, está en venta por alrededor de 87.000 euros, mientras que una isla más grande de 174 hectáreas en las Bahamas está a la venta por 45 millones de dólares.

Para determinar si un precio es adecuado o no, es útil investigar los precios por metro cuadrado similares en el continente o los precios de venta de las islas vecinas. Los factores como la ubicación, el tamaño y el acceso juegan un papel en el valor de una isla. ¿Hay lugares seguros para amarrar un barco? ¿Hay una estructura existente o se permiten planes de construcción?

Brokers de islas como Vladi están ahí para ayudar a responder a estas preguntas. Vladi, un pionero en el mercado de islas privadas y uno de los brokers de islas más exitosos, asegura que las islas que representa están "limpias legalmente", es decir, tienen documentación de título claro y no tienen problemas legales con las autoridades. También tiene en cuenta otros factores: "Deben ser políticamente y climáticamente estables. Debe haber un permiso de construcción. La isla debe ser fácilmente accesible en barco o helicóptero. Y el hospital más cercano no debe estar a más de 90 minutos".

Bretaña o Canadá?

Si la isla no viene con una cabaña o un pozo, primero se debe establecer alguna infraestructura. "Hacer una isla habitable no lleva más de seis meses", dice Vladi a "Capital". Esto podría incluir la construcción de una cabaña, así como el establecimiento de suministros de energía y agua. En Canadá, por ejemplo, las cabañas de madera y las pequeñas casas se pueden conseguir muy baratas, lo que las convierte en una opción ideal para vivir en una isla.

A la hora de decidir dónde construir tu propio refugio insular, la ubicación es clave. Vladi sugiere tener en cuenta los tiempos de viaje y vacaciones preferidos. Por ejemplo, Irlanda, Bretaña o Canadá en julio o agosto, y el Caribe en invierno o primavera serían más propicios para la vida insular.

La compra de una isla privada conlleva costes adicionales, como los honorarios del notario, los derechos de la propiedad inmobiliaria, las comisiones de los agentes inmobiliarios y el impuesto de transmisiones inmobiliarias. Mientras que estos costes pueden variar según el país, hay ventajas que obtener. Por ejemplo, el impuesto de transmisiones inmobiliarias es significativamente más bajo en Canadá que en Alemania.

"Es todo naturaleza"

Los costes continuos, como los impuestos de la propiedad y el seguro, varían según el país. El empresario Kossatz tiene pocas obligaciones después de comprar su isla finlandesa. "No tengo un jardín que cuidar. Es todo naturaleza", explica Kossatz. "Cuando me voy, empa

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