- Salvadores liberan con éxito a una ballena jorobada en aguas de Sydney
En el bullicioso puerto de la ciudad australiana de Sídney, un joven ballena jorobada fue rescatado de ahogarse. Especialistas del Servicio de Vida Silvestre de Nueva Gales del Sur (NSW) manejaron la situación, liberando al cachorro que había quedado atrapado en cuerdas y boyas. Su actualización en Facebook detalló el rescate.
El equipo de liberación de ballenas informó que cortó una cuerda de nailon de la aleta del mamífero marino. "La ballena ahora nada libremente de nuevo y no tenemos preocupaciones sobre su bienestar", confirmó el Servicio de Vida Silvestre.
La operación comenzó a las 07:30 hora local y tardó hasta las 11:15 en liberar finalmente a la ballena jorobada de las cuerdas al cortarlas. "Esto es un procedimiento arriesgado y solo debe ser realizado por expertos calificados", enfatizaron los rescatistas de vida silvestre.
La ballena angustiada había sido avistada el jueves debido a su natación frenética. Sin embargo, tuvieron que esperar hasta que el animal estuviera lo suficientemente agotado y posicionado en la superficie del agua antes de poder acercarse, explicó Luke McSweeney, jefe del equipo de liberación de ballenas, al "Sydney" Morning Herald. El cachorro estaba en buen estado de salud y era fuerte.
Se estima que aproximadamente 300,000 ballenas y delfines mueren anualmente en redes o cuerdas, según los conservacionistas australianos de animales. En este momento, hay tres ballenas más atrapadas en redes a lo largo de la costa de Nueva Gales del Sur. Según la Comisión Ballenera Internacional, alrededor de 300,000 ballenas y delfines mueren anualmente en todo el mundo después de quedar atrapados en redes o cuerdas.
La operación de rescate fue liderada por especialistas del Servicio de Vida Silvestre de Nueva Gales del Sur, ya que tres ballenas más están actualmente atrapadas en redes a lo largo de la costa de Nueva Gales del Sur. Desafortunadamente, se estima que alrededor de 300,000 ballenas y delfines mueren anualmente debido a la enredadura en redes o cuerdas, según los conservacionistas australianos de animales.