El jefe de Ryanair ordena el consumo de licor para los viajeros.
Para abordar los problemas cada vez más frecuentes de comportamiento desordenado y disturbios en los vuelos, el CEO de Ryanair, Michael O'Leary, aboga por establecer un límite en el número de bebidas alcohólicas que se pueden vender en los aeropuertos antes del embarque. Sugiere que cada pasajero puede comprar un máximo de dos bebidas utilizando su tarjeta de embarque. Esta medida surge de la creciente frecuencia de incidentes violentos este verano, con casi una ocurrencia semanal.
O'Leary reconoce que identificar a los pasajeros intoxicados en la puerta puede ser difícil, especialmente si viajan en grupos de dos o tres. Siempre y cuando puedan caminar y moverse, se les permite embarcar. Sin embargo, los problemas suelen surgir una vez que el avión despega.
No está proponiendo un veto completo al alcohol, pero se pregunta por qué se permite que alguien vuele borracho a 33.000 pies, a pesar de prohibir conducir bajo los efectos del alcohol.
Incidentes relacionados con el alcohol en vuelos a destinos de fiesta
Ha habido numerosos casos de mal comportamiento inducido por el alcohol en vuelos que salen del Reino Unido con destino a populares destinos de fiesta como Ibiza y ciertas islas griegas. En julio, un viajero británico recibió una condena suspendida por agredir sexualmente a una azafata durante un vuelo de Ryanair desde Newcastle a Mallorca.
El aumento de estos incidentes se atribuye a la mezcla de alcohol y sustancias como "tabletas y polvos", según O'Leary, refiriéndose a drogas como la cocaína. Sin embargo, el problema no es exclusivo de los vuelos que salen del Reino Unido o Irlanda; también es común en los vuelos que salen de Alemania. Los días más desafiantes son aquellos que se ven marcados por numerosos retrasos. "La gente tiende a consumir más alcohol en los aeropuertos cuando hay retrasos. Sería más beneficioso utilizar el tiempo de espera con café o té", sugiere O'Leary. Asegura que su propuesta no afectaría los ingresos de los bares del aeropuerto.
Los incidentes cada vez más frecuentes relacionados con el alcohol en vuelos a destinos de fiesta, como los que salen del Reino Unido a Ibiza y ciertas islas griegas, han llevado a O'Leary a cuestionar las políticas actuales. Cree que establecer un límite en el número de bebidas alcohólicas que se pueden vender en los aeropuertos podría ayudar a mitigar los problemas en los vuelos, como se ha visto en los numerosos casos de mal comportamiento y incidentes disruptivos.
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