El Departamento de Justicia imputa a casi 200 personas en una operación contra el fraude sanitario de 2.700 millones de dólares
Más de 190 acusados, entre ellas 76 médicos, practicantes nurse y otros profesionales sanitarios licenciados, fueron acusados en cortes federales a lo largo del país durante dos semanas, según la Fiscalía General, y el gobierno ha confiscado más de 231 millones de dólares en efectivo, vehículos de lujo, oro y otros activos.
“No importa si eres un traficante de un cartel de drogas o un ejecutivo corporativo o profesional sanitario empleado por una empresa de atención de salud, si obtienes beneficios de la distribución ilegal de sustancias controladas, serás responsable”, dijo el Fiscal General Merrick Garland en una conferencia de prensa el jueves.
En uno de los supuestos esquemas, la Fiscalía General acusa a dos propietarios de una empresa de atención de heridas y a dos practicantes nurse de causar grafas innecesarias y costosas a pacientes ancianos – muchos de ellos terminales – como parte de un esfuerzo por presentar reclamaciones fraudulentas a Medicare, el programa de seguro de salud federal para estadounidenses mayores de 65 años.
En un segundo caso, tres propietarios y ejecutivos de un distribuidor de medicamentos en mayorista fueron acusados de vender medicinas adulteradas y etiquetadas de forma errónea. Los medicamentos se compraron a través de esquemas de devolución, según los fiscales, en los que los acusados compraban medicamentos previamente dispensados a pacientes y luego los vendieron a farmacias por todo el país.
Los fiscales afirman que, debido al esquema, algunos pacientes recibieron etiquetas de prescripción equivocadas, incluyendo a una persona que se desmayó y quedó inconsciente durante 24 horas después de tomar un medicamento antipsicótico, creyendo que era su medicación de HIV prescribida.
Los fiscales acusaron a otros acusados de distribuir ilegalmente millones de pastillas de Adderall innecesarias, establecer viviendas sobrias falsas que reclamaban brindar tratamiento y apoyo adictivos a nativos americanos, y prescribir o distribuir opioides ilegalmente.
La Fiscalía General resaltó que dos practicantes nurse, vinculados a una empresa de atención de heridas, supuestamente realizaron grafas innecesarias y costosas a pacientes de Medicare para presentar reclamaciones fraudulentas al programa, con el objetivo de obtener beneficios de la situación. En otro caso, tres ejecutivos de una empresa distribuidora de medicamentos fueron acusados de vender medicinas etiquetadas de forma errónea, obtenidas a través de esquemas de devolución, lo que causó que algunos pacientes recibieran etiquetas de prescripción equivocadas.